DÍA 1
EL ENCUENTRO
Este primer día está dedicado a reunirnos, vernos en persona y prepararnos para los días que vienen. Nos encontraremos en el aeropuerto de Guacimeta, donde os iremos a buscar para desplazarnos desde allí hasta nuestro alojamiento.
Para la noche ya estaremos todos juntos, así que disfrutaremos de una buena cena, charlaremos y nos iremos a dormir para coger fuerzas, que mañana, por fin, empezaremos a conocer Lanzarote.
DÍA 2
EL SUR, CONTRASTE DE ARENA BLANCA Y NEGRA
En este día, nos moveremos por el sur de la isla, donde nos sumergiremos en los contrastes de las playas de arena negra y blanca. Recorreremos los paisajes de esta zona, pasando por Femés, visitando Playa Blanca y las maravillas que hay en la costa hasta el pueblo pesquero del Golfo: el Lago verde, los Hervideros, las Salinas de Janubio…. La primera toma de contacto con esa tierra calcinada, que dicho así puede parecer triste y sin vida, pero que te aseguro tiene una belleza única que solo puedes admirar si los ves con tus propios ojos.
DÍA 3
PAISAJES LUNARES Y MARCIANOS
Nos levantaremos tempranito para ir a desayunar y dedicaremos la mañana a ver algunas zonas que fueron engullidas por la lava volcánica, que cubre una cuarta parte de la isla. Visitaremos el Parque de Timanfaya, veremos volcanes desde dentro de su cráter y nos adentraremos por senderos que recorren el malpaís. Además, recorreremos la Geria, donde veremos los cultivos de parras de Lanzarote, únicos en este mundo, y si hay uva, hay vino, yo lo dejo ahí.
Este día nos sorprenderá también con la degustación de la gastronomía de la isla en algunos enclaves muy típicos y pintorescos.
Hoy te irás a la cama pensando que más que en una isla del Atlántico, has recorrido paisajes lunares y marcianos, pero sin necesidad de un cohete ni traje espacial.
DÍA 4
DEL CIELO A LAS PROFUNDIDADES DE LA TIERRA
No podemos estar en Lanzarote y perder la oportunidad de hacer una excursión al Volcán de la Corona, una subida fácil pero que no deja indiferente a nadie que se plante en su cima. Para mí, aunque los he visitado muchas veces, entrar en los centros turísticos de la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua es una parada casi obligatoria. Y uno no puede estar por esta zona de la isla y no ir a disfrutar de las piscinas naturales y las playas de Arrieta y Punta Mujeres.
DÍA 5
PUEBLOS CON ENCANTO Y MIRADORES
El Risco de Famara puede imponer visto desde abajo, pero primero vamos a subir a lo más alto y ver todos los paisajes que adornan sus laderas. El Mirador del Bosquecillo es una de esas paradas más conocidas en este macizo que recorreremos de sur a norte, para ir viendo sus paisajes y pueblos con encanto que recorren esta ruta. Con suerte tendremos un día despejado, pero si no, tendremos que ir buscando las ventanas en el mar de nubes, que si eres lo suficiente paciente, se abren para mostrar todo lo que escondían.
DÍA 6
PUEBLOS ENTRE VOLCANES
Artesanía, folclore y gastronomía invaden las calles de los pueblos de Lanzarote.
Nos perderemos por sus calles y nos dejaremos enamorar por casitas blancas con puertas verdes. Para la tarde nos esperan los paisajes desde Caleta de Famara, ese pueblo que veíamos desde el Mirador del Risco.
Tranquilidad, arena blanca, su pueblo casi detenido en el tiempo, en el que poder desconectar de todo y caminar por sus calles que son de arena y asfalto a partes iguales, o su playa, que con la marea baja se transforma en un espejo, donde se reflejan las nubes y el azul del cielo, confundiendo la tierra con una prolongación del mar.
El surf y Famara van unidos, así que puede ser el momento perfecto para ir a coger olas, o simplemente dar un largo paseo y esperar a ver de qué colores se pintará el cielo en este atardecer.
DÍA 7
DESPEDIDAS
Y terminamos como empezamos, volviendo al aeropuerto desde el que iniciamos esta aventura. Nuestro viaje llega a su fin y, aunque nos gustaría poder alargarlo hasta el infinito, me acojo a la expresión de «lo bueno, si breve, dos veces bueno». Lanzarote nos deja aún mucho por descubrir, pero esto solo es una primera toma de contacto, seguro que volveremos, ya sea todos juntos de nuevo, por separado o en solitario. En estos días, estoy segura por experiencia, se habrán formado amistades, tendremos guardados recuerdos, anécdotas y ganas de viajar más. Porque lo que ha unido el viaje, no lo separa la vida diaria.